Agricultura en un Mundo Cambiante
Chile-California Council realiza Seminario de “Agricultura en un Mundo Cambiante”
Ciencia, tecnología, innovación y políticas públicas para revertir una crisis común que ya llegó
- Incendios forestales, sequías y registro histórico de temperaturas. Un cambio innegable en el clima ha empezado a impactar en la producción, la economía y las personas en sector agrícola y alimentario
- Intercambio de experiencias entre ambos territorios buscan formas de mitigar, adaptarse y crear nuevos estilos de trabajo para sus comunidades
Pese a estar en distintos hemisferios, Chile y California tienen mucho en común: una larga costa sobre el océano Pacífico, valles centrales fértiles, y una cadena montañosa cuyas nieves riegan en primavera las praderas y cultivos. Pero también comparten años de intensa sequía, con incendios forestales de magnitud poco frecuente, agricultura y ganadería aún con estilos de manejo poco amigables con el ambiente, y el mismo desafío de implantar cambios a nivel políticos, culturales y en sus prácticas de producción de alimentos, para sobrevivir en un nuevo escenario de cambios.
Para discutir los problemas actuales, y sobre todo intercambiar experiencias, el Consejo Chile-California (“Chile-California Council”), junto al Centro de la Universidad de California Davis en Chile (UC Davis Chile), el Centro UC de Cambio Global y el Instituto de Investigaciones Agropecuarias del Ministerio de Agricultura de Chile (INIA), organizaron en el Auditorio Tánica de Santiago, un seminario que contó con la participación de especialistas de dichas instituciones académicas, sumado a oficiales del gobierno, emprendedores y empresarios del sector agrícola y alimentario, buscando cómo enfrentar el cambio climático bajo las condiciones actuales que enfrenta el planeta, y la relación directa que ha tenido con el sector. El seminario además tuvo el patrocinio de COP25, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, AmCham Chile, InvestChile y el apoyo de MundoAgro como media partner principal.
Agua, suelos y energía
El objetivo del seminario fue conocer el diagnóstico de situación en el escenario de cambio climático que se encuentra el planeta, y las medidas que se han adoptado tanto en Chile como en California, particularmente en el sector agrícola y de la producción de alimentos, para mitigar, adaptarse, y mirar hacia un futuro donde la necesidad de renovar en materias regulatiroas y progresar en formas de producción y consumo, resultan inminentes.
Uno de los principales factores que ya se observa: la escasez de agua. Derretimiento agresivo de los principales glaciares de la zona central y falta de nieve en las montañas, además de una sobreexplotación y agotamiento de las napas subterráneas.
—“En algunas zonas se tiene un decaimiento en el nivel de aguas subterráneas de 7 a 8 metros al año, y eso provoca hundimientos en el terreno de 10 a 25 centímetros al año”, explicó por videoconferencia Samuel Sandoval, especialista del Dpto. de Recursos de Suelo, Aire y Agua de UC Davis. “Imagínense comprar una casa, y que se hunda 10 a 20 centímetros cada año debido a la sobreexplotación de acuíferos”.
Tal como en la zona central de Chile, el aumento de temperaturas en California ha sido notorio, y ha empezado a modificar el clima mediterráneo que – al igual que en nuestro país – ha sido tradicionalmente favorable para la industria del vino.
—“Por ejemplo, el Valle de Napa gastó 50 años convenciendo a la gente que era el lugar ideal para que el Cabernet Sauvignon compitiera con el Bordeaux. Por lo tanto el precio de las uvas es muy alto, diez veces mayor que las del Valle Central de California”, dijo Daniel Sumner, profesor del Dpto. de Economía Agrícola y de Recursos de UC Davis. “Como la temperatura ha aumentado, puede que necesiten cambiar a otras variedades, y esa reputación que desarrollaron va a tener que ser creada de nuevo. Es un giro potencialmente caro. Ha habido un cambio climático en los últimos 50 años, y hemos visto cómo los precios de vinos en algunas apelaciones de origen específicas –hay 20 mil precios- han variado en respuesta al calentamiento”.
En el diagnóstico de la situación en Chile, el tema inmediato es la falta de agua para riego, tanto debido a la sequía como por el agotamiento de las napas y el mal uso que se ha hecho. Según el Director General de Aguas, Oscar Cristi, “no estamos suficientemente preparados para esta transición desde la abundancia a la creciente escasez, tanto en la gestión como en tecnología o el marco regulatorio. De hecho, actualmente 47 % de los 375 sectores acuíferos del país tienen algún tipo de limitación de uso. 70 de esas son zonas con ‘restricción’ para utilizar aguas subterráneas, y el próximo año probablemente van a pasar a categoría de ‘prohibición’.
Por su parte, el profesor de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal UC, Francisco Meza, planteó además del agua, uno de los problemas inminentes en Chile es cómo enfrentar la demanda creciente de energía en el sector agrícola.
—“Sobre el tema del agua hay que tener ojo: el agua que desemboca de los ríos no se pierde en el mar. El río necesita esa agua por los servicios ecosistémicos que entrega a su cauce al ir aguas abajo, y mar necesita esa agua de los ríos que contiene minerales importantes para su biodiversidad. Secar los ríos puede resultar muy problemático, mucho más. En muchos ríos de Chile sería bueno devolver parte de esa agua que se ha captado ya que se encuentran completamente secos. Además, tenemos pendiente de mejorar significativamente la eficiencia de riego para Chile, que todavía está en torno a 40% que es bajísimo”, comentaba sobre la situcaión hídrica.
“En el ámbito de las energías hay otras dificultades, como la falta de incentivos para la reducción en las emisiones de carbono, o a su captación. Tampoco existen los impuestos hacia la emision de gases con efecto invernadero, los cuales de existir generarían costos adicionales a la producción agrícola. Estoy pensando en los packings, en el transporte. La pregunta es, ¿tenemos espacio para conectarnos con energías renovables y hacer una transformación de la agricultura para que dependa más de fuentes solares, de viento y de renovables no convencionales?”, agregaba Meza.
Ideas y experiencias en marcha
Más allá de las decisiones que dependen del mundo político y empresarial, este encuentro Chile-California fue útil para exponer cómo en ambos países se están desarrollando soluciones e innovaciones.
Matías Sjögren, cofundador de la empresa BioFiltro, explicó cómo su sistema de procesamiento de líquidos residuales mediante lombrices permite remover el nitrógeno de las excretas, entregar agua útil para riego, y reducir en 90% las emisiones de gas metano desde las lagunas de tratamiento de los desechos en la industria ganadera.
Pía Walker, jefa de sostenibilidad corporativa de la empresa Hortifrut, actualmente la mayor productora de berries del mundo, anunció que en Octubre van a tener instaladas plantas de energía solar en diez de sus predios en Chile, con las cuales van a evitar que más de 700 toneladas de anhídrido carbónico (CO2) que se liberen en el medio ambiente.
Por su parte, Sebastián Cantuarias, director ejecutivo de la Fundación Dinero y Conciencia que acompaña el proceso dela creación de la Banca Ética en Chile y Latam, se refirió sobre los aspectos sociales del cambio climático que les interesa abordar a través del sistema de crowlending, vinculando a inversores con empresas.
—“Lo que estamos financiando son proyectos de transformación de una agricultura intensa en pesticidas, gran consumidora de agua y energía, hacia una agricultura biodinámica, orgánica, que permita no sólo recuperar la tierra y enfrentar el problema del cambio climático, sino que también ponga en el centro del problema del cambio climático la dignidad humana, una agricultura que piense en el alimento que les estamos dando a nuestros hijos”.
Mitigar, recuperar y adaptarse
Pese a la crítica situación del agua y sus suelos, California es uno de los pocos lugares donde no sólo se ha logrado bajar las emisiones de gases de efecto invernadero en 40% – como CO2, metano y derivados del nitrógeno – sino que lo ha conseguido antes de la meta de reducirlos al 2020, pues lam cumplieron hace dos años. Uno de los proyectos que ha contribuido es el Programa de Digestores para Granjas Lecheras, que entrega asistencia financiera a los productores para instalar tanques que procesan el estiércol de las vacas y extraen el gas metano.
—“El desafío clave del siglo 21 realmente es cómo mantener negativas las emisiones de gases mientras alimentamos a la gente, protegemos la agricultura, la economía y el planeta. No va a ser un desafío fácil”, dijo por videoconferencia Benjamin Houlton, especialista del Dpto. de Recursos de Suelo, Aire y Agua de UC Davis en California. “Creo que van a salir muchas innovaciones desde California, y sé que nuestra sociedad con Chile va a ayudar a que sus innovaciones lleguen también a California. Algo interesante de la agricultura es que es el único sector de la economía capaz de conseguir emisiones negativas rápidamente, así que encontrar innovaciones para estas emisiones negativas es una oportunidad interesante”.
Pero los desafíos no sólo están en mejorar la calidad de aire, sino también la de los suelos. Una de las alternativas que hay en Chile para esto es la ´ganadería regenerativa’. Rafael Larraín, especialista en Evaluación de Emisiones y Opciones de Mitigación en la Cría de Animales de la Universidad Católica de Chile, explicó que el sistema consiste en programar los lugares de pastoreo y permitir que las zonas vayan recuperando brotes – gracias también a los desechos orgánicos que dejan los mismos animales – antes de volver traer el ganado a la misma zona que no ha rebrotado.
—“Cuando hacemos cultivos anuales en forma permanente estamos yendo hacia un modelo de minería de suelos: extraemos los nutrientes de ese suelo y eso no se está recuperando, estamos perdiendo calidad en esos suelos. Eso limita nuestra sustentabilidad futura, sobre todo pensando en los millones de personas que tenemos que alimentar”, planteó el investigador. “Por supuesto que la ganadería no es absolutamente inocua, pero el problema no es el ganado: el problema son los ganaderos, cómo hacemos la ganadería. Y ahí la ganadería regenerativa tiene un tremendo rol en la recuperación de los suelos”.
Por su parte, Cristian Sjögren, cofundador de AgroUrbana, mostró los logros de la primera empresa de agricultura vertical que se instaló en Chile y Latinoamérica, en el espíritu de buscar fórmulas para “aumentar en forma significativa la capacidad de producir alimentos en zonas urbanas”. En las afueras de Santiago, lechugas baby, kale, acelgas, rúcula y berros, son cultivados con luz artificial y otras tecnologías en un recinto cerrado de 300 metros cuadrados, donde rinden el equivalente a 3 hectáreas de campo. Y con un valor adicional para los pequeños agricultores, según el empresario.
—“Las nuevas generaciones no quieren poner su vida en una agricultura que es casi de subsistencia, no quieren trabajar en condiciones extremas, con esfuerzo físico, sino que prefieren estar más cerca de la tecnología. Creemos que la agricultura vertical puede ser una parte de la solución”.
Pero, como dijo Francisco Meza, profesor de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal UC, el más cercano y urgente desafío no está en lo que se haga en el futuro, sino “en tratar de hablar de cambio climático y agricultura después de la conferencia COP 25. Ahora todos están con la ‘fiebre de la COP’ ¡fascinados! Y la tentación más grande que vamos a tener es que el 2020 digamos OK ¿cuál es el próximo tema? Abordar los desafíos que vienen requiere un trabajo sistemático, difícil, de colectar datos, hacer cosas, diseñar planes de adaptación, tener estrategias de mitigación. Tenemos comités científicos que están funcionando a propósito de la COP, pero en adelante falta mayor grado de involucramiento nacional para el financiamiento de estos comités y desarrollo científico. Casi todos los proyectos que se realizan en esa materia vienen con financiamiento desde el extranjero, y eso debe cambiar de for urgente en el corto plazo.”